Centro Socioeconómico

El día 07 de noviembre de 2017, el auditorio del Centro Socio Económico, de la Universidad Federal de Santa Catarina recibió a visita de una importante figura en la defensa de sistemas alimentarios sostenibles: el italiano Carlo Petrini, fundador del Movimiento Slow Food. Slow Food hace parte de un conjunto de movimientos sociales que cuestionan la lógica del sistema agro-alimentario contemporáneo. Surgió en Italia en 1986, fruto de protestas contra la inauguración de un restaurante de McDonald’s en la famosa Piazza di Spagna, en Roma. llamaba la atención de la sociedad por el peligro que esta cadena de comida rápida representaba para las culturas culinarias locales al imponer la racionalidad de los modernos sistemas agro-alimentarios mundiales: productividad a cualquier costo, comida industrializada, rápida, sin identidad ni vínculo con el territorio. el movimiento alcanzó proyección mundial a través de la creación de una rede de activistas en torno de la noción del buen alimento (sabor y memoria), limpio (ambientalmente correcto y respetuoso del bien estar animal) y justo (que remunere justamente a los productores y sea asequible para los consumidores – o mejor dicho coproductores) y de la idea que el placer derivado de la alimentación saludable es un derecho de todos, así como debe ser común la responsabilidad de productores y consumidores de proteger el patrimonio agrícola y la diversidad de culturas alimentares.

El movimiento encontró en Brasil un suelo fértil para la su propagación, a través de la creación de una red de activistas en torno de temáticas como seguridad alimentaría y nutricional, eco-gastronomía, semillas libres, quesos artesanales de leche cruda, abejas nativas, etc., pero también a través de sociedades gubernamentales. Entre ellas destacamos el proyecto buenos Alimentos [Alimentos bons], limpios y justos: ampliación y calificación de la participación de la Agricultura Familiar brasileña en el movimiento Slow Food (2016 – 2018), resultado de una asociación firmada entre el extinto Ministerio del Desarrollo Agrario, la Asociación Slow Food del Brasil y coordenado por la Universidad Federal de Santa Catarina, bajo la responsabilidad del profesor Oscar Rover, del Centro de Ciencias Agrarias. Este proyecto de alcance nacional, envuelve una red nacional de universidades, fue concebido para actuar en las cinco regiones político-administrativas brasileñas y con objetivo de alcanzar a través de sus acciones directas, 17 estados, 40 territorios rurales y 145 municipios.

Una de las metas del proyecto es aumentar el número de productos de la socio-bio-diversidad brasileña que corren riesgo de desaparecer y que son producidos por la agricultura familiar en el catálogo mundial del Arca del Gusto [Gosto] del Slow Food. Resultado directo del proyecto fue el libro lanzado durante el evento: Arca del Gusto – Brasil (edición Universidad de Ciencias Gastronómicas – Slow Food Editore), obra que contó con trabajo y las contribuciones de la Red Slow Food Brasil, la investigación de los facilitadores Slow Food, así como de becarios y voluntarios de la red nacional de universidad envueltas en el proyecto.
En su conferencia, Carlo Petrini criticó el desvío de la gastronomía contemporánea, principalmente a través de los medios que espectacularizan la culinaria sin problematizar las condiciones de producción de los de los alimentos. llamó también la atención para los grandes desafíos que la humanidad enfrenta que impactan directamente sobre la seguridad alimentaria y nutricional global: la urbanización y el cambio climático.

La mesa, coordinada por Maria das Graças Brightwell (investigadora de pos-doctorado en el Programa de posgrado en Agro-ecosistemas e integrante del grupo gestor del proyecto) contó con la presencia del profesor René Birochi (Departamento de Administración) que contextualizó y puntuó la relevancia de las acciones del Proyecto Buenos Alimentos [Alimentos bons], Justos y Limpios, del cual fue coordinador del 2016 al 2017, para el fortalecimiento de una red más amplia de salvaguarda de los productos de la socio-bio-diversidad. Giselle Miotto, facilitadora de Slow Food de la región Sur habló sobre la Red Catarinense Slow Food y sobre el proyecto de creación de Fortalezas Slow Food, que tiene por objetivo apoyar a las Comunidades del Alimento, defender los productos del Arca del Gusto [Gosto], las técnicas y los conocimientos tradicionales, los paisajes o los ecosistemas locales. la región Sur cuenta hoy con cinco de ellas: Fortaleza del Pinhão de la Sierra Catarinense/ Sierra Catarinense-SC; Fortaleza de los Engenhos de Farinha de Santa Catarina/Região Litorânea-SC; Fortaleza del Butiá/ Região Litorânea-SC; Fortaleza de la Maricultura de Porto Belo/Região Litorânea-SC; Fortaleza del Queijo Colonial de Leite Cru de Seara/Região Oeste de SC. Por su vez, Antonio Augusto de los Santos, agricultor y líder de la comunidad Slow Food Engenhos de Farinha (Ingenios de Harina) y referencia de la Fortaleza Slow Food del Butiá, exponer las dificuldades por la cuales pasan los agricultores familiares al enfrentar reglamentaciones sanitarias punitivas a las formas tradicionales de beneficiación alimentaria y el desmonte de las políticas orientadas para este segmento en ese gobierno.

La conferencia concluyó con una serie de preguntas, cuestionamientos y reflexiones sobre el modelo alimentario actual, y con contribuciones de los participantes en relación a las acciones que ya vienen siendo desarrolladas para cambiar el sistema alimentar vigente. Ejemplos como la ocupación de los jardines de las universidades con plantas comestibles, realizada por el Proyecto HOCCA – Huerta Orgánica del Centro de Ciencias Agrarias y la invitación a los consumidores a asumir la condición de coproductores, osea, consumidores que conocen y comprenden los desafíos de la producción de alimentos a través de formas de consumo responsable, otro ejemplo de proyecto de esta mesma universidad.

Después de la conferencia un grupo de representantes del equipo del Proyecto Buenos Alimentos [Alimentos bons], limpios y justos en la Agricultura Familiar, junto com el fundador del Movimento Slow Food y la Diretora del Slow Food para la América del Sur, Valentina Bianco, fueron a visitar el ingenio de harina de los Andrade, en el barrio Santo Antônio de Lisboa, lugar de agregación local de la Red Catarina Slow Food, que desde gemaciones mantienen viva la cultura de ingenio y hoy en día ejerce una función educativa y cultural para los niños, las niñas y los visitantes.

Gracias Brightwell
LACAF – Laboratorio de Comercialización de la Agricultura Familiar